Marc Márquez se preparó para esta temporada con la mente puesta en retomar la senda de la que la sucesión de caídas y lesiones lo obligaron a dejar dentro del MotoGP. El poseedor de ocho títulos del Campeonato del Mundo de Motociclismo en las tres categorías, no tuvo el mejor comienzo en este 2022. Tras la caída en Jerez 2020 que le provocó la rotura del húmero de su brazo derecho y otra en 2021, en una prueba de Motocross, llegó al circuito de Mardalika con ideas muy diferentes a lo que luego sucedería.


Durante el Warm-up del Gran Premio de Indonesia en la madrugada argentina, el piloto de Repsol Honda HRC fue víctima de una terrible caída que lo lanzó por por el aire, cayendo fuertemente sobre el asfalto y requiriendo la asistencia médica inmediata.



El viernes, Marc había quedado fuera del top ten que daba provisionalmente el acceso a la segunda parte cronometrada. El sábado, en la Q1, sufrió dos caídas muy similares en menos de seis minutos. Las cosas no marchaban bien.


Pero lo peor llegaría con el brutal impacto que sufrió el domingo, en el último ensayo previo a la carrera. Restaba poco tiempo y Márquez ingresaba velozmente a la curva 7 (Allí las motos llegan a unos 200 kilómetros por hora), la goma trasera de la Honda perdió adherencia y catapultó al piloto al menos dos metros de altura. El impacto contra el suelo fue muy duro, sobre todo en la zona de la cabeza.


Algo de tranquilidad transmitió al ver que se levantaba por sus propios medios, aunque lo hizo sin mucho equilibrio. Los servicios médicos decidieron evacuarlo en helicóptero a un hospital local, donde se le diagnosticó un traumatismo craneoencefálico, algo que llevó a los doctores a expresarle la necesidad de no volver a la pista.


«Fue un golpe duro. Aunque no se detectó nada grave, se decidió que no debía correr. Estoy un poco aturdido, pero bien. Por supuesto que fue una pena, pero era la mejor decisión»


Marc Márquez
«Marc está bien. Tuvo una caída de alta energía. Lo hemos derivado al hospital. Le hicimos varias pruebas, que fueron negativas. Al requerir entre 12 y 24 horas de observación, entre nosotros, el equipo y el piloto hemos decidido que no está apto para correr»


Ángel Charte, jefe de los servicios médicos
En su momento, el español afrontó tres operaciones para lograr soldar el húmero, algo que lo mantuvo durante nueve meses fuera de las pistas. El pasado mes de octubre, una caída en motocross le provocó una diplopía (visión doble). A pesar de su expresión de deseo de que todo esté bien su sonrisa en el rostro, se someterá a diferentes pruebas para controlar su evolución y estado físico. En dos semanas (3 de abril), las motos de Moto GP llegarán a suelo argentino para disputar el Gran Premio de Argentina, en el Circuito Internacional de Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. Se espera que el tiempo sea suficiente y que haya otro suceso negativo para el astro ibérico, que será sin dudas uno de los referentes para el público, más aún ante la ausencia de Valentino Rossi tras su retiro de la categoría.

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