Apio, Puerro, Pistacho y Merey ya vuelan libres por los cielos de Ituzaingó y San Miguel, bajo el objetivo de aumentar la población de su especie. Todos provienen de centros de conservación ubicados en Buenos Aires.
Considerados “cruciales” para la conformación de selvas por su contribución a la dispersión de semillas, los guacamayos rojos que habían sido vistos por última vez en Argentina hace más de un siglo y medio, consolidaron su regreso al país.