La causa en la que se investiga el crimen de la periodista Griselda Blanco (44) entra en un periodo de definiciones.

En la etapa de instrucción a cargo de la fiscal María José Barrero Sahagún, detuvieron a la expareja, Armando Jara, quien fue liberado por falta de pruebas. El segundo detenido fue Darío Alfredo Ricardo Holzweissig, acusado de homicidio simple para quien la fiscal pidió un juicio abreviado. Sin embargo, el pedido fue rechazado por el Fiscal General de la provincia, César Sotelo, diciendo que “la investigación se halla todavía en un estadio primigenio”.

La abogada de los hijos de Griselda, Andrea Tribbia, sostiene que la causa debe tener la carátula de “femicidio”: “Nos constituimos como querellantes y en un principio sabíamos que había un homicidio con alevosía, ahora le pedimos a la fiscal que reconsidere la carátula” explica en diálogo con Las12.

En relación con las amenazas que podría haber recibido Griselda en las semanas anteriores a su muerte, Tribbia afirma que por ahora no tienen pruebas más allá de las del imputado.

“Todavía no tenemos pruebas de que las denuncias que Griselda hacía a través de las redes sociales tenga que ver con la causa, pero seguro que algo hay” dice la abogada representante de la querella en la causa.

Griselda Blanco fue asesinada en la madrugada del 20 de mayo en su casa de la zona céntrica de Curuzú Cuatiá.

La mujer presentaba un lazo alrededor del cuello y dos heridas punzantes en el cuello, pero la autopsia determinó que su muerte fue por estrangulamiento. Además, en una de sus manos se hallaron varios cabellos que le arrancó al homicida.

Las cámaras de seguridad fueron claves para ubicar al ahora detenido en cercanías de la vivienda de la víctima.

Las imágenes permitieron establecer que salió de su casa a las 2.11 de la madrugada del sábado 20 de mayo a bordo del Suzuki Swift de su esposa.

Utilizó un camino más largo para llegar hasta las cercanías de la casa de la periodista. A las 2.37 se lo vio caminando muy cerca de la casa de Griselda. Y se retiró a las 3.12 con un teléfono en la mano y el mismo bolso con el que había llegado.

El hombre arribó nuevamente a su casa -sobre la ruta 126- a las 3.35 y diez minutos después se lo ve caminando hacia el descampado, donde el viernes a la mañana se halló un cuchillo y un celular roto, idéntico al que desapareció de la casa de la periodista. A las 4.02, volvió a dirigirse hacia el baldío que está al costado de la ruta 126.

El 1º de junio, el abogado de Holzweissig pidió un juicio abreviado pleno, para lo cual el imputado debe reconocer que cometió el delito y aceptar las pruebas incorporadas al expediente.

Como el monto de la pena estaba por debajo de la mitad establecida para el delito de homicidio simple, se debía tener el consentimiento del fiscal general, quien se pronunció en contra del acuerdo.

Fuente: Diario El Litoral