San Vicente fue un clérigo español que vivió en los siglos III y IV. Diácono de san Valero de Zaragoza, fue denunciado durante la persecución a los cristianos decretada por Diocleciano.
Tanto Valero como Vicente fueron arrestados y trasladados a Valencia pero mientras que Valero fue desterrado, Vicente fue martirizado. Según la tradición, se le colocó en una cruz para romperle los huesos, después terminaría siendo azotado y desollado.
La reliquia del brazo de Vicente se conserva en una capilla de la catedral de Valencia, donde llegó a modo de regalo de una familia de Pádova.
Fuente: ELMUNDO.
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