Edmundo fue el último rey de Estanglia, en Anglia Oriental (actual este de Inglaterra). La tradición cuenta que fue coronado en el año 855 a los 14 años de edad y que pronto demostró ser un rey modélico gracias a su equidad y justicia. Ejerció la caridad con los necesitados y buscó siempre la paz en su pueblo.

Su reinado se vio interrumpido por la invasión de los jefes daneses Hinguar (Ivar el Deshuesado) y Hubba (Ubbe Ragnarsson). Aunque el rey Edmundo reclutó un pequeño ejército para la defensa de sus tierras, finalmente optó por esconderse para evitar que sus súbditos perdieran la vida.

Finalmente, fue descubierto y apresado. Según el santoral del la Archidiócesis de Madrid, Edmundo rechazó las condiciones de rendición por atentar contra la religión y contra el bien de su gente y comenzó su martirio: fue azotado y asaeteado antes de que le cortaran la cabeza, que fue arrojada al bosque. Cuando los plebeyos acudieron en busca de la cabeza para enterrarla junto al cuerpo y no la encontraron hasta que la voz del propio mundo les señaló: "aquí".




Fuente: ELMUNDO.