San Dámaso I nació en Roma en el año 305, de ascendencia hispana.

Fue el papa 37 de la Iglesia católica. Su pontificado fue uno de los más largos, desde el año 366 al 384, tiempo en el que impulsó la unidad de la Iglesia además de promover el Gloria Patri entre los creyentes.

También encargó a San Jerónimo la traducción de la Biblia del hebreo y del griego al latín con el fin de que estuviera al alcance de todo el mundo. Asimismo, contribuyó a que el recuerdo de los mártires no se perdiera, ordenando identificar cada tumba hallada con epígrafes que describían las gestas del difunto. Asimismo, defendió el primado de la Sede Apostólica.



Fuente: ELMUNDO.