San León Magno está considerado como "uno de los más grandes Pontífices que han honrado la Sede romana", como le definió Benedicto XVI. Este papa vivió en el siglo V y fue elegido papa (número 45) en el 440, pasando a la Historia por haber inspirado el Concilio ecuménico de Calcedonia y por haber detenido a Atila, rey de los Hunos, dispuesto a invadir Italia.
En el año 452, León Magno encabezó una delegación a Roma, donde se encontró con el rey de los Hunos, a quien convenció para poner fin a la guerra. Cuenta la leyenda que Atila renunció a la invasión tras haber visto, detrás del papa, a los apóstoles Pedro y Pablo, armados con espadas. Tres años más tarde, el pontífice evitó que los vándalos africanos del rey Genserico incendiaran Roma.
Fuente: ELMUNDO.
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